jueves, 5 de junio de 2025

 Desde Berlín con amor.


¡Bienvenidos a mi blog! A lo largo de este texto os voy a contar cómo ha sido mi experiencia Erasmus +. Este programa llegó a mi a través del curso de formación profesional de Técnico de Laboratorio Clínico y Biomédico ofrecido por el centro de formación Atlántida. Al final del último curso del ciclo, teníamos que superar un periodo de prácticas en un laboratorio clínico. El programa Erasmus + te ofrece la posibilidad de realizar estas prácticas en un país de la Unión Europea. El año anterior, una compañera del mismo ciclo había realizado sus prácticas en los laboratorios de la universidad de medicina de Berlín. Ella había tenido una gran experiencia y la universidad de Berlín mantenía el contacto con el centro de formación. Así que cuando mostré interés por el programa, mi tutora no dudo en sugerirme realizar mis prácticas en este centro. Tras hacer el papeleo necesario para inscribirme en el programa, hice las maletas y cogi un avion para Berlin.



Al llegar allí, me instalé en mi apartamento y al dia siguiente fui a visitar el centro donde realizaría mis prácticas. Las prácticas las hice en el laboratorio Ralser. El laboratorio se encuentra en el campus universitario de la facultad de medicina. Allí estuve ayudando a una estudiante de postdoctorado a hacer su tesis. Ella estudiaba la resistencia del hongo Candida albicans a la droga Fluconazol. En situaciones normales, esta levadura convive con el ser humano sin causarle ningún daño. Pero cuando el paciente tiene las defensas bajas, se convierte en un patógeno oportunista y si entra en el riego sanguíneo puede causar hasta su muerte. Para realizar nuestros experimentos, utilizamos la larva del insecto Galleria mellonella como sujeto de pruebas. Esta polilla también sufre de esta enfermedad y eso la convierte en un sujeto de pruebas ideal. Nuestro objetivo era poner al hongo en contacto con la droga y el sistema inmune del hospedador. Generación tras generación, el patógeno generaría resistencia a la droga y al sistema inmune y más adelante podríamos estudiar sus adaptaciones con el objetivo de generar nuevos tratamientos para los pacientes afectados.




Durante mi estancia estuve criando a los animales de laboratorio para que no nos faltaran sujetos de prueba. También puse a prueba muchos de los conocimientos que adquirí durante el ciclo de formación profesional. Nuestro trabajo era académico ya que no teníamos que lidiar con pacientes. Pero de trabajos como éste surgen nuevos descubrimientos que hacen evolucionar a la ciencia médica. He hecho muchos procedimientos experimentales durante mi periodo Erasmus +. Algunos experimentos fracasaban y teniamos que replantear el procedimiento. Pero cuando alguno salía bien, la sensación de satisfacción era enorme. Eso es lo que yo llamo el momento Eureka.




A parte de trabajar en mis prácticas, también tuve la ocasión de hacer algunas visitas turísticas alrededor de la ciudad. Berlín está plagada de monumentos y lugares emblemáticos. Han ocurrido muchos eventos trágicos durante algunos periodos de la historia reciente. En concreto, Berlín fue un lugar clave durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría. Allí ocurrieron muchas catástrofes de las cuales ya se ha recuperado. Pero la sombra del Nazismo es muy alargada y esa herida va a tardar mucho en cicatrizar. Muestra de ello es el monumento a las víctimas del holocausto. Es un lugar sobrecogedor.




Berlín tiene una gran oferta cultural también, entre esta, una multitud de museos. Yo he tenido la oportunidad de visitar el museo de historia natural y el de historia antigua. Los dos son muy recomendables. En el de historia natural exponen un esqueleto de Brachiosaurus que es la pieza de museo más grande del mundo. Mientras que en el de historia antigua tienen piezas tan interesantes como el busto de Nefertiti.





Durante mi estancia en Berlín he hecho muchos amigos y he descubierto un país que no conocía. Venir aquí, me ha hecho salir de mi zona de confort y tener oportunidades que no podía ni imaginar. De momento, me han ofrecido un contrato para seguir trabajando en el laboratorio Ralser. ¿Qué más se puede pedir? Ya que voy a quedarme un poco más por aquí, intentaré aprovechar para visitar otras zonas del país. Me gustaría mucho conocer el mar Báltico y la selva negra. Pero esa es una historia para otro momento. Si a alguien le surge la oportunidad de disfrutar de una beca Erasmus +, le animo a que la coja sin dudarlo. Y si me permitís un consejo, venir con una base sólida del idioma local es una buena idea. Berlín es una ciudad muy cosmopolita y mucha gente aquí habla inglés pero un buen nivel de alemán te facilita las cosas.


Viajar abre la mente. No os cerréis a la aventura de vivir.

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